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A pesar de que el último lanzamiento oficial de la saga Mother fue hace 16 años (sumémosle nueve si contamos lanzamientos fuera de Japón), el fantástico mundo creado por Shigesato Itoi no solo se rehúsa a morir, sino que sigue dando de qué hablar. Mother 3 Tribute nos sorprende a todos con un concepto de lo que podría ser este juego en un universo alterno.

Simplemente alucinante. Jamás me habría imaginado que el arte de plastilina tan reconocido en la serie podría ser utilizado como base del nuevo estilo pudiendo dar tan maravillosos resultados. A pesar de la leyenda al inicio declarando claramente que no es un juego, hay desilusión porque parece ser una oportunidad perdida.

Al ver los créditos reconocí un nombre: Omni Jacala. El mismo que en 2015 trolleó a medio Internet con el leak falso de Rayman en Smash Bros., y da gusto que siga haciendo esos fantásticos trabajos. En una de esas, esta es la chispa que se necesitaba para revivir la saga.

Mi descubrimiento favorito de YouTube el año pasado no tiene un millón de suscriptores, ni cien mil, ni diez mil. Con poco más de 4,000 suscritos, How Is Toast es una verdadera anomalía. Este es un canal que debería tener una audiencia por lo menos diez veces más grande. Su calendario ha sido consistente en los seis meses que tiene de existencia, su producción y calidad son de alto nivel, los tópicos son de buenos a excelentes en la mayoría de las veces y su humor da justo en el centro.

Para muestra, esta historia de unos hermanos traficantes de narcóticos que ganaron las 24 horas de Le Mans.

Todo lo de esta historia es increíble; no sé cómo no había escuchado de algo tan fascinante y de qué forma esto no ha sido una película aún, ya que lo que logran estos dos hermanos, como señala el mismo Toast, es una proeza que probablemente jamás se vuelva a repetir.

Es impresionante que a pesar de no tener el gran éxito que seguramente quiere, Toast sigue manteniendo la calidad y actuando como un canal con muchos mejores números. Regálenle una suscripción para que pueda seguir contando interesantes historias si es que les gustó este video. Espero no desista, ya que es inminente el crecimiento de su canal.

Hay juegos que simple y sencillamente llegan en el momento indicado. Among Us, Flappy Bird y Fall Guys son los ejemplos claros de lo que en la música se conocen como one hit wonders. En octubre pasado salió un nuevo juego que pasó por desapercibido hasta hace unas pocas semanas.

Wordle es una anomalía en más de un sentido. Es gratuito, pero no tiene microtransacciones. No está en consolas, ni es una app para smartphone. Para jugarlo hay que usar un navegador, y solo se puede jugar una vez por día. Aún así, millones de jugadores vuelven cada 24 horas para descubrir la palabra de hoy en seis intentos o menos.

La noticia de hoy es que el periódico New York Times ha adquirido Wordle por una suma que solo se ha reportado en las siete cifras. Curiosamente, el mismo NYT publicó una nota acerca del juego a inicios de mes, catapultando la popularidad a un nivel masivo y a una audiencia que disfruta hacer crucigramas.

Habría que ver qué piensa hacer el periódico con este juego en el mediano plazo y cómo planea recuperar la inversión.

P.S. Sony adquiere Bungie por $3,600 MDD Los creadores de Halo ahora pertenecen a Sony, mientras que Crash Bandicoot ahora es propiedad de Microsoft.

Una de mis partes favoritas del cierre de año son las listas de lo mejor que tuvimos en las últimas 52 semanas. Aunque muchas de estas compilaciones son solo listados con una cantidad moderada de esfuerzo, Letterboxd brilla por su alucinante presentación de lo que el 2021 fue en el séptimo arte con su Year in Review.

Este es un claro ejemplo de fondo y forma; el contenido es directo y al punto, y la presentación no deja nada qué desear al medio visual por excelencia. Es entretenida, pero digerible, y útil a la vez—es muy fácil sacar al menos media docena de cintas interesantes para ver en el futuro.

Para mí, el año pasado fue The Mitchells vs. The Machines y después todas las demás. Curiosamente el único galardón que tuvo fue haber sido la película más vista en el mes que se estrenó. Pero así funciona esto; es un análisis meramente cuantitativo de lo que la base de usuarios opinó del año, para bien o para mal.

Son pocas las frases que traen tanta nostalgia a mi ser como los cazafantasmas. La caricatura ochentera por excelencia, basada en la película que originalmente no era para un público infantil. Comparable solo con Transformers y las Tortugas Ninja (que este último tampoco tuvo a niños como audiencia original), pero irónicamente la única que no ha sido tan maltratada en la modernidad.

Aún así, Ghostbusters: Afterlife no llamó mi atención inicialmente. El que hubiera estado en un limbo de producción que retrasó su estreno hasta finales de 2021 no ayudaba mucho. Pero en su lanzamiento, las críticas resultaron positivas y fue ese el empujón que necesitaba para decidirme a verla.

Claramente mucho mejor de lo esperado, Ghostbusters: Afterlife es valiente, en especial con el casting y el guión. Es un proyecto claramente enfocado a la nostalgia, pero sin ser demasiado elocuente. Es elegante, sutil, enfocado y simplemente fantástica—es justo lo que los fans hemos esperado desde hace más de veinte años.
Pero tampoco es infalible; si bien la primer mitad es sublime, en la segunda se siente un poco lenta la trama, y las actuaciones también tienen sus peores momentos, en especial de los adultos.

Con todo y todo, es maravilloso tener a los cazafantasmas de vuelta. Esperamos que no solo no sea la última, sino que se continúe con el buen trabajo.

En lo que probablemente será recordado como el año que inició la vacunación —con la aún latente interrogante de cuándo terminará—, este 2021 ha sido, por lo menos, interesante. Algunas experiencias, personas y cosas han llegado, otras se han ido. Es el flujo natural de las cosas, y algo que prácticamente está asegurado que sucederá en 365 oportunidades.

La idea del 2022 me tiene muy emocionado, hay muchas cosas por venir y las espero con muchas ansias. Espero que para ustedes también sea un gran año.

Feliz 2022!

P.S. Cuatro importantes cambios en CFDI 4.0 Un regalo adicional de año nuevo de parte de la autoridad que nos ha mantenido ocupados en las últimas semanas.

Que esta noche tan especial la pasen en compañía de sus familias y seres queridos.

Feliz navidad!

Recordaba haber visto Townscaper mucho antes de agosto pasado, fecha en la que salió en múltiples plataformas. En este juego que aparenta tener más partes de un juguete, estamos a cargo de diseñar una ciudad a la mitad del océano que funge como un lienzo para esta obra.

Evidentemente no tengo ni este tipo de creatividad ni paciencia para hacer algo medianamente interesante, pero tal vez ustedes sí. Lo interesante es que tiene un demo en línea que los ayudará a decidir si comprar la versión completa o no, que básicamente está en todas las plataformas, incluyendo iOS y Android, aunque extrañamente falta la versión para PlayStation.

Si quieren jugar con mi obra lo pueden hacer, ya que es muy fácil compartir el trabajo. O bien, comenzar desde cero también es una opción.

(Perpetrado de Sidebar)

Casi contra todo pronóstico, pero lo pedido el año pasado para el cumpleaños de este blog poco a poco se va cumpliendo. La normalidad a la que estábamos acostumbrados se ve lejana aún, pero hay otra cotidanidad que se siente muy familiar.

No tengo mucho más que gracias por seguir aquí, esperamos que el siguiente sea un año muy especial festejando dos décadas como se debe.

P.S. Este post fue publicado 10 días después ya que estas últimas semanas han sido muy caóticas.

Si nos pusiéramos a analizar por qué EarthBound funciona tan bien, comentaríamos acerca de la originalidad de la historia, el irreverente y bipolar diálogo, los icónicos personajes, las fantásticas mecánicas, la calidad de la música y la creatividad de la ambientación. Todos estos elementos se combinan para lograr una experiencia única que por igual nos hará llorar y reír.

Eastward se podría catalogar como uno de los EarthBound-likes —sí, así les vamos a llamar— más prometedores. Su inspiración es clara, y para quienes queremos ver cuál es el siguiente paso después de los que Shigesato Itoi dejó, este parecía ser un gran candidato a continuar este camino.

Desafortunadamente Eastward no sabe qué quiere ser. La presentación es absolutamente deslumbrante, pero los demás elementos crean una disonancia; en especial los diálogos y la historia, que no contribuyen a crear un enlace con el jugador y hacerlo sentir parte de ese mundo. Incluso parecería que algunas partes fueron cortadas, y por esa razón la progresión de la trama se siente absurda. Hay unos pincelazos de cohesión y de irreverencia que tanto buscamos, pero solo eso; pincelazos.
Las mecánicas del juego no son malas, pero son repetitivas. Lo que sí es una agradable sorpresa es que hay un RPG completo dentro del propio juego.

A Eastward lo tuve que abandonar, probablemente uno de estos días vuelva para terminarlo. Lo que es cierto es que ahora mis esperanzas de una experiencia similar a la de los juegos MOTHER están puestas sobre juegos que en diferentes etapas (y grados) parecen haber estado abandonados o en un limbo, pero hoy se sienten activos; Knuckle Sandwich y Oddity.

Cuando Netflix anunció la producción de una serie live action de Cowboy Bebop, era difícil emocionarse. El anime es un medio muy difícil de trasladar a otros formatos—históricamente las películas y videojuegos han decepcionado, no solo las series con actores humanos. A inicios de mes, con el lanzamiento del intro que acompañaría la serie, las esperanzas parecían desvancerse; esto parecía un tributo de fans y no una producción con un presupuesto de verdad. Pero esta semana, con el lanzamiento del trailer oficial acercándose, la denominada Lost Session levanta —al menos para mí— las esperanzas de tener algo tan icónico como lo es Cowboy Bebop.

Tal vez sea el hecho de que hace diez días empezamos a ver Cowboy Bebop en la casa, o posiblemente es mi amor por su música, o simplemente estoy feliz de tener un poco más de una de las mejores series de anime de la historia, pero este video no se ve tan mal. Es más, creo que se ve muy bien, Jet obviamente es el personaje más apegado, pero Faye y Spike no se quedan muy atrás. Y en menos de tres minutos establecen la dinámica de los personajes, el tono de la serie, la personalidad de cada uno de ellos e incluso el villano de la historia a través de una muy buena transición a Green Bird.

Mis expectativas siguen siendo mínimas, pero espero que se haga un trabajo lo suficientemente bueno para que Cowboy Bebop llegue a un público aún mayor y disfruten de esta obra de arte en animación, historia y en especial la música.

Una absoluta sorpresa fue el repentino anuncio de Metroid Dread a mediados de año. Parecía que el siguiente sería Prime 4, pero de la nada tenemos un nuevo título en el plano que realmente funciona para la saga: la segunda dimensión.

De entrada es muy evidente la evolución del género; Samus es más ágil, tiene más opciones de movimiento y ha aprendido algunos trucos nuevos. Metroid recibe de vuelta la inspiración que prestó a los nombres más importantes del género, y se agradece. Además, también explora algunas ideas en las que Samus no es simple y sencillamente una máquina de destrucción; en Dread hay que huir y esconderse. Hasta cierto punto se cambia un poco al género de terror, aunque no mucho.

Probablemente los puntos más débiles de Metroid Dread están en la UI; los indicadores utilizan un degradado muy anticuado y poco pulido, el mapa pierde la característica elegancia de sus antecesores y francamente es un desastre visual. En general, todos los elementos de diseño de interfaz parecen haber sido extraidos de un juego de teléfonos.
En la otra cara de la moneda, los puntos más fuertes es que es el retorno a la fórmula clásica, con grandes mejoras en casi todos los departamentos y presentándonos un reto bastante agradable; a casi todos los jefes tendremos que enfrentarlos más de una ocasión, y la victoria llegará hasta que ejecutemos perfectamente una coreografía con mínimos errores.

Metroid Dread es el retorno muy necesitado de una franquicia que parecía olvidada. La experiencia es compacta—de diez a quince horas que no se desprecian teniendo tiempo limitado. Obtenter el 100% probablemente duplicaría ese número de horas.

Parecía lejano en aquel 2018 que veíamos el trailer del nuevo Smash Bros. Ultimate, pero un día los invitados dejarían de llegar. Tres años y medio después, ese día es hoy, en el que se presentó a Sora de Kingdom Hearts como la última incorporación a esta celebración de la historia de los videojuegos simplemente conocida como Smash.

El personaje de Disney llegó a pesar de un sinfin de complicaciones legales, y la evidencia más clara es la falta de sus acompañantes: de Goofy, el Pato Donald y cualquier otra de las decenas de personajes que podrían acompañarlo no se vio nada, de Mickey Mouse solo se vio su emblema y solo eso.

Hoy celebramos lo que tuvimos, a pesar de los tropiezos. Pero también empezamos a vivir un momento de incertidumbre; será este el último Smash Bros.? Si no lo es, cómo se podría incrementar la obra que empezó hace 20 años y que culminó hoy? Si de verdad es el final, qué sigue? Y probablemente la pregunta más importante: algún día Nintendo apoyará el fantástico e-sport que tiene en sus manos?

Curiosamente hoy también sale lo más cercano que tendremos a otro Smash Bros., con Nickelodeon All Star Brawl. Habrá que ver qué tan viable es para generar una comunidad competitiva centrada en él.

El minimalismo que distingue a la plataforma PICO-8 da pie a una parte que constantemente nos enfrentamos en un ambiente creativo: evitar hacer demasiado. A través de gráficas muy sencillas y un herramientas rudimentarias, los juegos y experiencias que salen de PICO-8 suelen tener un enfoque quirúrgico a hacer una cosa bien.

Pero de vez en cuando nos encontramos con cosas que no deberían de ser posibles, PicoCAD es una de ellas; una herramienta construida en PICO-8 con la que se puede hacer modelos en 3D como cualquier software CAD, pero sin tener que vender un riñón para poder pagar la licencia.

Lo más sorprendente es que la gente ha hecho cosas maravillosas en PicoCAD, y técnicamente se ha convertido en una plataforma de expresión artística. Esto no debería ser posible; una plataforma encima de otra plataforma con grandes limitaciones. Pero qué maravilla que existe.

De vuelta en 2009 encontré Mother 4, un proyecto hecho por fans cuyo objetivo es darle continuidad a la saga Mother/EarthBound. En su momento mencioné que probablemente mantener ese nombre no ayudaría a su causa y ocasionaría confusión. Luego, en 2015 encontré un trailer y ahora, en 2021 supongo que va siendo tiempo de dar un update.

El más importante, además de que el proyecto sigue, es que ahora se llama Oddity y por lo visto tiene un cambio de dirección, pero con claras influencias de las obras de Shigesato Itoi, como pueden ver en este trailer lanzado a inicios del 2020.

Una evolución justa y necesaria a mi parecer, creo que a todos los fans nos gustaría ver una secuela, pero la realidad es que no la vamos a tener. Y esto debe ser suficiente para seguir, por nuevos caminos, que sigan inspirando a nuevas generaciones de crear más maravillosas experiencias.

P.S. How Mother 3 Breaks You Últimamente YouTube me ha recomendado muchos videos relacionados a Mother 3, este es uno de mis favoritos.

De unos años para atrás, cuando me preguntan cuál es mi género de juegos favorito, mi respuesta es indie. Técnicamente no un género, pero estos pequeños equipos muchas veces toman muchos más riesgos que el resto de los grandes competidores, combinados. Hazelight probablemente no entra en este concepto ya que la empresa está compuesta por más de 50 empleados, pero ciertamente toma riesgos. A Way Out, en 2018 fue una experiencia refrescante en la que forzaron una experiencia multijugador de colaboración, y parece que van por más.

It Takes Two es su más reciente propuesta; una historia que relata el proceso de un matrimonio a punto de separarse y cómo la hija internaliza esta situación, creando personajes de plastilina de sus padres, de los que tomaremos el control y guiaremos por diferentes lugares de la casa, con el objetivo de volver al cuerpo original de ambos. En el transcurso, veremos impresionantes muestras de mecánicas enfocadas a la colaboración y gameplay asimétrico, así como partes que francamente no tenían cabida y la importancia de pulir niveles y capítulos enteros. Los altos de It Takes Two son muy buenos, pero los bajos son terriblemente planos. En ocasiones estamos disfrutando una experiencia francamente buena, mientras que en la siguiente hora somos parte de un juego de plataformas sin imaginación ni conceptos creativos.

El ritmo también es una de las partes débiles; en especial en las partes finales que aparenta estar a punto de entregarnos el desenlace y resulta que hay al menos tres horas extra de contenido.

En general, It Takes Two es una experiencia mixta que ciertamente trae conceptos interesantes acompañados de relleno probablemente ocasionados por una fecha límite muy corta. Esperemos que para la siguiente tengan un par de trimestres extra para terminar de pulir los conceptos, así estaremos hablando de un juego muy diferente.

Había una época en la cual el lanzamiento de una nueva película de Pixar era todo un acontecimiento. De Luca recuerdo haber visto un trailer, una fecha tal vez lejana y un silencio entre estos dos eventos. Tal vez las producciones de Pixar son una más, posiblemente la pandemia ha acelerado ese brusco cambio en el cine; ya no se requieren campañas de mercadotecnia tan agresivas si al final la película va a llegar a tu hogar, de una forma u otra.

De la forma en la que sea, Luca termina siendo una gran película que trae un mensaje (o dos) muy necesario en la época que estamos viviendo. Argumentalmente, da un giro a los riesgos que los protagonistas enfrentan, y de una forma muy brillante, es simplemente adorable. Me recuerda a lo simple e inconsecuente que fue mi niñez. De la animación ya no se le puede aplaudir más—es lo mínimo que la mascota Luxo representa, pero los personajes, la ambientación y el ritmo son muy buenos.

No es Coco, ni Wall-E, pero Luca tendrá su lugar especial entre los amantes de la animación por mucho tiempo.

Muchas lunas tuvieron que pasar, tal vez demasiadas. Pero hoy Cruz Azul no sucumbió a la presión, esta noche no hubo gol de último momento anotado por el portero, tampoco se perdió una amplia ventaja, y el desenlace no fue decidido por penales.
En un juego redondo, el azul mostró una inusual calma; el caos ya les ha traido suficientes problemas como para hacerlo su aliado, por lo que hoy se buscó una estructura, y se contagió al rival con ella.

No fue una final espectacular, pero cuenta igual que las otras. Y ciertamente para la afición tendrá un valor especial; uno de catársis, de redención y de justicia. Con seguridad, la institución tendrá un renacimiento, y el futbol mexicano no volverá a ser igual, porque esta noche murió no solo una larga maldición, también murió la forma en la que conocíamos al Cruz Azul.

Felicidades afición!

En treinta días se decidirá el destino del país. Probablemente será la elección más importante en la que no eligiremos a un presidente, pero que ciertamente marcará un antes y un después. Si bien nuestro México nunca se ha caracterizado por tener políticos que vean por el bien del país, este sexenio ha estado en otro nivel.

El gobierno que comenzó en 2018 será recordado por sus excusas, cada día más ridículas; por las palabrerías huecas que presenciamos todos los días; por la opacidad con la que se manejan los asuntos de la primera esfera; por el amiguismo y compadrismo, a pesar de decir que ya se acabó; por una política de austeridad que le quita presupuesto a cosas que sí importa, para entregárselas a otras que no. El gobierno hoy tiene una guerra frontal contra los periodistas, opositores y todo aquel que haga una crítica, que al parecer sorpende al que se sienta en la silla a pesar de que siempre se ha hecho así. La tregua, por el otro lado es con los criminales, con los grupos corruptos, con políticos que se enriquecieron de forma misteriosa y hoy siguen impunes.

Lo que sucedió esta semana con el metro es inaudito. Al día de hoy, nadie ha renunciado. No hay sentido de responsabilidad, mucho menos de un proceso judicial en su contra. El presidente siguió durmiendo ante una tragedia nacional, cuando en otros sexenios —por lo menos— se hacía acto de presencia. Se maneja con palabras que buscan minimizar lo sucedido: un lamentable incidente y un triste accidente; no un claro ejemplo de que las acciones (o inacciones) tienen consecuencias. La empatía del gobierno es más con las madres de los criminales más importantes que con las que perdieron un hijo por su negligencia.

Nuestro México es hogar de cientos de millones que se levantan todos los días a partirse la espalda por sus familias. A pesar de las carencias, siempre veremos cómo podemos apoyar al prójimo. Tal vez no siempre con dinero, pero al menos con empatía y ganas de ayudar.
Y de vez en cuando, llega una versión sublime de México en los momentos más apremiantes. Lo vimos en 1985 y 2017 con los temblores, y lo vimos esta semana cerca de la Estación Olivos. El México comprometido, el que quiere ayudar, al que no le importan los colores, ideologías, ni condición social, el que a pesar del cansancio se sabe afortunado y le da bríos para seguir.

Ese México tiene su distintivo en el puño levantado. Es un símbolo de unión, de fraternidad, de solidaridad, de empatía y de saber escuchar. Hoy México está en los escombros y cien mil muertos que pudieron haber sobrevivido de haber aplicado medidas básicas, y veinticinco más víctimas de la ineptitud están gritando.
En un mes tenemos que ir a votar y levantar el puño. Es la única forma de rescatar a nuestro México.