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Ni un año tuvo que pasar después de comenzar osom para darme cuenta de lo difícil que es el trabajo administrativo. Tan solo recopilar la información para nuestro contador nos estaba resultando oneroso. Literalmente perdíamos dinero al dedicarle tiempo a llenar un Excel que bien podríamos haber dedicado a producir, o vender.

El tema era ridículo; nuestro contador en su momento nos pedía la información impresa—teníamos que convertir las facturas digitales en papel para luego pasarlas de nuevo a digital en un Excel. Era necesario hacer algo y con eso nació la primer versión de Box Factura.

Diez años después y el panorama no es mucho mejor. Todos los servicios de gobierno son anticuados, la experiencia de usuario es un concepto inexistente, no hay innovación y las fuentes de información de donde se puede obtener algo medianamente útil están repletas de captchas. Y por si fuera poco, cada vez nos dejan más trabajo para cumplir con las regulaciones.

En nuestro país, empresas de todo tamaño no pueden vender ni producir más porque lo administrativo les pesa demasiado —lo viví en carne propia con mi negocio—. Box Factura les ha permitido enfocar los recursos a crecer; y con más ventas llegan más clientes, y con más clientes se necesita más personal para atenderlos. Al final del día, al mejorar la parte administrativa, estamos ayudando a generar empleos. Saber eso es increíblemente satisfactorio.

Box Factura nació hace 10 años. En muy poco tiempo tuvimos una respuesta positiva; no solo a través de clientes que hasta el día de hoy siguen con nosotros, también a través de colaboradores que han puesto su sudor y lágrimas para hacer un mejor servicios, pero también mediante comentarios de todo tipo de gente empatizando con la misión que nos pusimos.

Este es un mensaje para agradecerles a todos ellos. Estos diez años no podrían haber sido posibles sin ese apoyo.