MAR. 21 JUL. 2020

Paper Mario: The Origami King

Muchos años atrás, en la época dorada de los JRPGs, dos gigantes unieron fuerzas con el objetivo de crear algo nunca antes visto. Nintendo, con sus icónicos personajes y creativa imaginación, se unió con Square y su larga experiencia construyendo épicas aventuras en RPGs. De esta forma Super Mario RPG nació y le dio la bienvenida a millones de niños y jóvenes que no conocían el género, o les parecía muy complicado.
Mario RPG fue mi primer acercamiento a lo que poco tiempo después se convirtió en una obsesión y que en pocos años me trajeron las mejores experiencias de mi niñez y adolescencia en dos títulos que hasta hoy siguen siendo épicos; Chrono Trigger y EarthBound.

A pesar de ser un hit absoluto, Mario RPG como saga terminó con la separación de estas dos empresas. Square prefirió trabajar con Sony en la siguiente generación y los personajes nacidos de esta unión hoy parecen estar en un limbo, pero difícilmente son olvidados. Nintendo aprendió muchas lecciones de los mejores y crearon una nueva franquicia que llamaron Paper Mario, que a pesar de las diferencias, mantenía una filosofía clave—lo fácil de explicar conceptos de RPGs.

Después de tener dos títulos excelentes, Paper Mario empezó a perder el rumbo. Otras dos secuelas con más pena que gloria, y llegamos a The Origami King, que busca retomar lo perdido, y de esto es el post de hoy.

Paper Mario en su punto más alto logró mezclar tres vértices medulares para lograr una experiencia extraordinaria. Primero, los elementos visuales plasmados en su estética de papel y cómo lograr explotarla para que fuera más que un estilo de diseño. Segundo, en su historia y la fantástica forma de contarla, irreverente y absurda a veces, pero siempre con mucho sentido del humor y creatividad. Y tercero, a través de mecánicas accesibles para novatos en RPGs, pero retadoras para veteranos.

Las primeras dos en su historia nunca han faltado; la tercera ha ido perdiéndose poco a poco. En Paper Mario: The Origami King se acercan a la fórmula, pero complican las cosas innecesariamente. El resultado es que no hay incentivos para entrar a peleas; después de las primeras horas se vuelve repetitivo y monótono. La única recompensa por ganar una batalla son monedas, pero siendo que el dinero es bastante abundante (fácilmente llegando a obtener cantidades ridículas), se siente como un obstáculo innecesario. Y si el jugador siente esto de la mecánica principal, entonces hay serios problemas.

Pero no todas las batallas son aburridas. Enfrentar a jefes es un reto verdadero en el que difícilmente con fuerza bruta logramos ganar—se requiere estrategia, entender los cambios de mecánicas y ejecutar con planeación. Pienso que si esto fue lo primero que se diseñó, entonces se encontró con una excelente experiencia de juego, el problema fue al transferirlo a los enemigos pequeños.

Paper Mario: The Origami King es un juego con mucho carisma, un excelente trabajo en el departamento de historia, muy divertido en sus diálogos, pero con un combate ambivalente, en el que cuando brilla lo hace maravillosamente, pero cuyos momentos son escasos.
Definitivamente no es lo mejor que hemos visto de Paper Mario, pero tampoco lo peor. Esperamos que el siguiente paso se vuelva a las bases, esperemos que no sea demasiado tarde.

Paper Mario: The Origami King fue escrito por @rafael_soto_ el día martes 21 de julio de 2020 a las 11:44 a. m.

Este post fue etiquetado: videojuegos Nintendo geek opinión

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