La última gran espera del año ha terminado. Prácticamente cinco meses después de que vimos el trailer por primera vez, Wreck-It Ralph ha llegado a los cines y yo no podía esperar para verla. Será que la mejor película animada del año por primera vez en mucho tiempo no sería de Pixar?

Wow. Simplemente wow. Este es el ejemplo de un filme ejecutado brillantemente de inicio a fin, de pies a cabeza y la muestra de un gran diseño de historia. La trama es fantástica, comenzando por la introducción de los personajes y el problema, transicionando perfectamente hacia las diferentes partes de la historia sólo para tener algunas divergencias que agarran a la audiencia por sorpresa con el final, uno de los más geniales que he visto en mucho tiempo.

Con Wreck-It Ralph estamos frente a una de las mejores historias alrededor de videojuegos de todos los tiempos, muy cerca de Scott Pilgrim. Sólo que esta última no contaba con las licencias, para las que Disney entendió muy bien que era sólo un complemento a la trama; no el elemento central. Lleno de detalles, es indudable que cada pequeño elemento fue cuidadosamente pensado. También es una película muy emocional y con un gran mensaje, creo que en este aspecto a la altura de Intouchables.

Me sorprende que Wreck-It Ralph no tenga una calificación más alta en IMDB, posiblemente el estigma de ser una película animada aún es muy persistente en algunos. El soundtrack es maravilloso ―incluso Skrillex tiene un cameo… y su pista en el OST― y encaja bien en las escenas, pero no muy consistente con la película. El único detalle negativo es el doblaje: la voz de Vanellope no se siente bien y por lo que se pudo ver en los trailers, estuvo muy por debajo del trabajo que hizo Sarah Silverman, quien le dio la voz original.
Las Princesas de Disney han caído (literalmente), la competencia de Pixar es interna y el único que pierde es Dreamworks, porque nosotros, la audiencia, somos los ganadores.