Me acuerdo de aquella mañana del 2009 en el que todas las noticias se enfocaban en el actuatizaje de un avión en el Río Hudson, en New York. En esos momentos solo pensaba en la buena suerte que los pasajeros y tripulación de ese vuelo tuvieron al evitar una catástrofe, pero a las pocas horas comprendí por qué le decían milacro en el Río Hudson: por que lo es.

Sully es la historia de aquella mañana, y los meses posteriores al milagro, que no fueron tan felices como esperábamos.

Justo un amigo me estaba comentando relativo a la tragedia del Chapecoense, en el que no dijeron tres veces mayday, la palabra clave de socorro, debido a que las aerolíneas les tienen prohibido a los pilotos ya que se inician protocolos de investigación a nivel federal e internacional.

Y esto es precisamente el centro de atención en Sully, ya que después de salvar a más de 150 personas, teme por perder todo lo que había construido. Esta es una película muy emocional, una vista a lo que sucede después de un accidente aéreo y una reflexión del sistema en general. Muy recomendable.