Desde el debut de Rick and Morty a finales del 2013, y su segunda temporada a mediados del 2015, ha obtenido una gran cantidad de fans —incluido yo— debido a su humor irreverente, sarcástico y totalmente fuera de lugar. Cada episodio es una verdadera sorpresa, y los fans queremos más. Cuando terminó la segunda temporada, la expectativa era de que en 2016 no veríamos nada—la espera entre una y otra sería de hasta 18 meses, pero igual no sería una garantía.
Añadiéndole especulación de una supuesta diferencia creativa entre Justin Roiland y Dan Harmon, los creadores, las expectativas de ver Rick and Morty, incluso este año se veían más y más reducidas. Agregándole al hecho de que no había ningún anuncio oficial, parecía que esto iba a terminar como una serie de culto.
Es por estos motivos que el anuncio de que la tercera temporada de Rick and Morty se transmitiría en línea por Adult Swim parecía ser la broma más grande —y cruel— del año. Todo mundo sabía lo que significaba el primero de abril: nadie iba a caer.
Hasta que comenzaron a aparecer los clips, y finalmente el episodio completo: Rick and Morty le devolvió sentido al April Fools’ de la forma más original, y aunque aún no tenemos fecha para los siguientes episodios —que se especula se estrenarán en verano—, nos han apantallado. Me quito el sombrero ante estos fantásticos genios del entretenimiento.